Hay placeres que solo se pueden disfrutar por
la noche.
Él acude a ella en el crepúsculo, entre el
sueño y la vigilia, para cumplir sus deseos secretos.
Lyssa Bates nunca ha experimentado tal éxtasis:
un hombre cuyos profundos ojos azules penetran en su alma y le prometen
intimidades tentadoras y placeres sorprendentes.
Pero este seductor inmortal es sólo un sueño,
un fantasma de sus fantasías nocturnas…
Hasta que aparece inexplicablemente en su
puerta en carne y hueso.
Después de mucho tiempo queriendo probar a esta conocidísima autora de
erótica, lo he hecho por fin mediante este libro, Los placeres de la noche, a
pesar de que le que más conocía de ella era la saga Crossfire. Aunque me ha gustado,
la verdad es que me esperaba algo diferente, y no ha logrado a llegar del todo
a mis expectativas.
La verdad es que el argumento de la novela es bastante
original: nos encontramos en un nuevo
mundo donde los guardianes de los sueños son quienes se encargan de mantener a
salvo a los humanos de sus enemigos, las pesadillas. Aidan, nuestro guardián protagonista, a quien se le
encomienda cumplir una nueva misión: investigar a una chica, Lyssa Bates, que
parece ser la clave de una antigua profecía: la llave que le abrirá la puerta a
las pesadillas. Lyssa corre un grave peligro y será Aidan el responsable de
velar por ella. ¿Cumplirá su cometido?
Lo cierto es que esta mezcla de erotismo, fantasía y sueños con la que la
autora ha creado este nuevo mundo me ha gustado mucho, ya que no me había encontrado
nada de este tipo anteriormente en un libro de erótica. Sin embargo, siento que
se podría haber explotado bastante más, pues se habla poco de este mundo onírico
y me hubiese gustado encontrarme con más información acerca de él, no me
hubiese importado alargar el libro unas cuantas de páginas más o bien acortar
las numerosas y extensas escenas de sexo y dejar lugar para el desarrollo de la
trama, lo que me habría parecido bastante más interesante. Pero dejando a un lado estas carencias, el libro es
perfecto para quien esté buscando una lectura ligera de temática erótica.
Mientras él trataba de lidiar con las consecuencias, ella
volvió a acariciarle el rostro, aprendiéndose sus rasgos con el tacto, como
haría un escultor. Él no tenía ni idea de lo que ella había visto con la luz.
Su sueño le habría convertido en lo que ella más deseaba. Por primera vez,
aquello le hizo sentir celos y desear que el efecto que hubiera provocado en
Lyssa fuese auténtico y que la cara que ella tanto había admirado fuera la
suya.
—¿Aidan? —Habló en voz baja, con voz dulce y vacilante.
Solitaria.
Igual que él.
Con respecto a la primera impresión que me he llevado en cuanto al estilo de la autora, a la hora de relatar una escena de sexo la calificaría
como una mujer que deja a un lado las sutilezas, llama las cosas por su nombre
y no se corta un pelo, lo que me ha gustado bastante, pues otras autoras de
erótica que he leído son bastante “suavecitas”.
En cuanto a los personajes, he tenido el mismo problema que con el mundo
que se nos presenta en el libro: me ha faltado conocerlos mas a fondo, y por
ello creo que no han terminado de congeniar conmigo. Aidan, que es el guaperas y
típico mujeriego, a pesar de que es el tipo de personaje del que me suelo
enamorar, no ha terminado de encantarme, y Lyssa me ha parecido una chica
bastante simple. Además, el amor entre estos dos personajes sale casi de la
nada, lo que me dejó bastante fría.
En definitiva, un libro con algunas carencias, pero ideal si estas buscando
una buena lectura original, fresca y ligera. Espero que en la segunda y última
entrega de esta bilogía, El calor de la noche, desaparezcan los fallos que he
visto en esta entrega. Yo por mi parte estoy deseando ponerme manos a la obra
con la saga Crossfire, la saga más conocida de la autora.
Muchas gracias a la editorial Espasa por el ejemplar.